Médicos de Baltimore trataron a una niña que nació con VIH con una terapia muy agresiva de fármacos antirretrovirales, tan solo 30 horas después de nacer. Parece que la terapia funcionó: no queda ni rastro del peligroso virus.
En marzo de este año, un anuncio revolucionaba la celebración de la Conferencia sobre Retrovirus y Enfermedades Oportunistas. Como os contamos en ALT1040, el tratamiento agresivo con medicamentos de una niña que nació con VIH parecía haber surtido efecto.
En cierta manera, esta aproximación terapéutica había conseguido curar a la niña que nació con VIH. Sin embargo, aquel anuncio debía tomarse con cautela, ya que los médicos preferían no hablar de una cura completa, al tener que seguir el caso clínico durante los siguientes meses.
Esta evaluación ha tenido sus frutos en forma de un nuevo artículo científico en la revista The New England Journal of Medicine, considerada como una de las publicaciones más prestigiosas en el ámbito de la salud. Los resultados difundidos ahora confirman que se ha logrado la remisión completa de la infección por VIH por primera vez en un niño.
El caso, sin duda, marca un antes y un después en la historia de la medicina, y en la lucha contra el virus de la inmunodeficiencia humana. La historia de la niña que nació con VIH, que ahora tiene tres años, se parece mucho a la de Timothy Brown , el hombre que se curó de la infección por VIH al ser tratado con quimioterapia.
La niña curada del VIH, según las palabras de los médicos, muestra que la terapia antirretroviral empleada en fases muy tempranas puede llegar a evitar el establecimiento y la persistencia a largo plazo en el organismo del virus.
Las noticias son, sin duda, alentadoras. Aunque para evitar caer en un optimismo exagerado, sería mejor hablar de remisión completa de la infección vírica, y no de cura completa, ya que según explican los propios investigadores de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore, se deberá seguir un control estricto de la salud de la niña en los próximos meses.
Por el momento, la publicación de su caso ha dado a conocer que no existen signos de enfermedad, ni de infección activa del virus. Además, se han confirmado algunos interrogantes planteados en la Conferencia el pasado mes de marzo. Y es que algunos científicos creían que la niña podría haber nacido sin la infección del VIH.
Los datos virológicos que maneja el equipo de la especialista Deborah Persaud confirman que no fue así. La información relativa al ADN y al ARN asegura que el bebé nació infectado con el virus, y que la terapia antirretroviral temprana ayudó a la remisión vírica.
La combinación de los medicamentos Nevirapina, AZT y 3TC a las 30 horas del nacimiento de la niña supuso que la carga viral en el organismo del bebé fue disminuyendo poco a poco. El tratamiento fue continuado hasta los 18 meses de edad, cuando la madre decidió no volver a la consulta, un comportamiento temerario, ya que nunca se interrumpe la administración de este tipo de fármacos.
Sin embargo, a los diez meses la madre llevó de nuevo a la niña al hospital, y se confirmaron los datos positivos. Estas nuevas conclusiones hacen que el equipo médico se haya planteado comenzar ensayos clínicos el año que viene con niños recién nacidos infectados por VIH.
El final feliz de la niña que nació con VIH abre las puertas a que el desarrollo de estas terapias sea llevado a cabo en otros pequeños que sufran de la infección de este peligroso virus. Sin duda alguna, su caso supone un hito histórico para el cuidado de la salud.
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