La contaminación en China está siendo, a parte de un problema para la salud muy importante, la causante de numerosos retrasos en los vuelos por la complicación que supone para los pilotos aterrizar con mucha niebla. A partir del 1 de enero será obligatorio que estén certificados para aterrizar cuando la niebla reduce la visibilidad a unos 400 metros (1.315 pies).
La contaminación en las grandes ciudades es desde hace años un problema de salud muy importante. Las autoridades de Beijing, la capital de China, han avisado a las compañías aéreas que operan en la ciudad que sus pilotos deben estar cualificados para aterrizar su avión con baja visibilidad debido a la densa capa de niebla fruto de la contaminación en China.
Una situación que la gran mayoría de organizaciones mundiales ven como muy perjudicial para la salud menos el Gobierno de China, que lo ve una ventaja por ser un buen escudo contra un posible ataque con misiles hacia la ciudad.
Según el regulador de la aviación civil de China, esta medida será efectiva a partir del 1 de enero de 2014. A partir de esta fecha los pilotos que vuelen a los 10 aeropuertos más transitados del país deberán estar certificados para aterrizar cuando la niebla reduce la visibilidad a unos 400 metros (1.315 pies).
Si los pilotos deben emplear un sistema de aterrizaje por instrumentos los aeropuertos deben estar preparados para ello, algo que el China Daily pone en duda al avisar de que sólo un puñado de aeropuertos chinos cuentan con estos sistemas que permiten a los pilotos aterrizar el avión si la visibilidad es baja.
Pero el problema no es sólo para los aterrizajes sino para los retrasos. China, pese a invertir miles de millones de dólares en nuevos aeropuertos, sufre un problema crónico con la contaminación debido a la fluctuación del clima que afecta a la puntualidad de los vuelos, eso y que la mayor parte del espacio aéreo de China está controlado por los militares.
Ouyang Jie, profesor de Aviación Civil en la Universidad de China, afirma que es necesario el movimiento realizado por las autoridades chinas teniendo en cuenta la reciente boina de contaminación que domina el horizonte en Beijing. Los pilotos deben estar mejor capacitados para aterrizar sus aviones bajo estas nuevas condiciones.
El Gobierno ha exigido a las aerolíneas y aeropuertos un mayor control en la puntualidad de sus vuelos, algo que se torna muy complicado de realizar si tenemos en cuenta que la causa principal de esta situación no la provocan las compañías aéreas sino la propia situación del país.
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