En el marco del evento SXSW, hemos asistido a la charla entre Edward Snowden y Christopher Soghoian, de la American Civil Liberties Union. La conversación ha comenzado de manera curiosa, al utilizar Google Hangouts como canal de comunicación, mientras Snowden aparecía en la pantalla con un fondo de la Constitución de los Estados Unidos que decía "We the people".
Las reflexiones de Snowden en la charla del SXSW pueden marcar en buena medida el camino de la innovación tecnológica a corto plazo. Y es que el estadounidense comenzaba su intervención diciendo que las agencias de seguridad, no solo la propia NSA, habían prendido fuego al futuro de Internet.
En ese contexto que vivimos actualmente, Snowden pedía a los desarrolladores que centraran sus esfuerzos en garantizar la privacidad de los usuarios. Y es que en nuestros días, la ciberseguridad no está siendo usada como mecanismo de "defensa" por parte de las administraciones, sino como un claro ataque a los derechos y libertades fundamentales de la ciudadanía.
Hemos pasado, decía Snowden, de un escenario donde lo importante era garantizar la seguridad espiando a individuos sospechosos, a otro marco donde lo importante es espiar a todo el mundo. En ese sentido, resulta fundamental apostar por el cifrado de los servicios que utilicemos, y que esta forma de "protección" resulte rápida, eficaz, accesible y barata.
Solo así podríamos garantizar que usáramos servicios completamente seguros. Snowden remarcaba esta petición, reafirmando que un "usuario de a pie de calle" no iba a dejar de usar servicios tan populares como Google y Facebook si no se proponían alternativas utilizables. Y es que estamos obligados, según Edward Snowden, a elegir entre aplicaciones o herramientas seguras y servicios que puedan ser entendidos y manejados por cualquier persona.
El toque de atención de Snowden no solo iba dirigido hacia la comunidad tecnológica. Sus palabras también se situaban en un contexto político: "cuando el interés público deja de ser el objetivo de las administraciones nacionales, se pierde la representatividad democrática". Para evitarlo, comentaba Snowden, también se debería garantizar que las compañías privadas no almacenaran datos privados más allá del tiempo que "necesitaran" para ofrecer sus servicios a los clientes.
En mi opinión, las palabras de Snowden van cargadas de mucha razón. Tras los escándalos de la NSA y de otras agencias nacionales, creo que resulta prioritario tomar acciones por parte del sector público y privado. Solo así se conseguirán avances tecnológicos que a la vez garanticen nuestra seguridad y privacidad. ¿Se priorizarán los derechos y libertades individuales frente a otro tipo de "intereses" comerciales y geoestratégicos?
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