Un par de jóvenes de la Universidad de Waterloo han logrado conseguir financiamiento suficiente para hacer una realidad Athos, su traje inteligente con sensores que recaban información sobre el ejercicio que realiza su usuario.
Aunque ya son posibles los dispositivos de bolsillo que nos permiten comunicarnos con cualquier persona del mundo de manera instantánea ademas de acceder a la mayor fuente de información conocida por la humanidad, aun quedan muchas promesas tecnológicas del siglo pasado por cumplirse. Una de esas promesas es la tecnología avanzada implementada en el resto de artículos que vestimos normalmente, como pulseras, relojes, e incluso directamente la ropa.
Dhananja Jayalath y Christopher Wiebe, un par de estudiantes de la Universidad de Waterloo parecen estan decididos a resolver una de esas grandes deudas pendientes que nos tiene la ciencia ficción, al tiempo de que solventan el problema de no poder costearse un entrenador personal. Para ello han echado mano de sus conocimientos como ingenieros eléctricos, diseñando un traje capaz de recolectar información sobre el ejercicio realizado, grupos musculares usados, y frecuencia cardíaca del usuario.Ropa que puede decirle a tu smartphone cómo va tu ejercicio
Este fantástico traje al que han denominado Athos, y para el que han conseguido un financiamiento de 3.5 millones de dolares, como no podía ser de otro modo, se comunica con el smartphone a donde bajará toda la información recolectada por sus sensores. Esto es posible gracias a la utilización de un modulo central, del tamaño de una tarjeta de crédito, que es el encargado de centralizar toda la información recabada por la ropa, y de transmitirla a los terminales móviles.
En un mundo dominado por dispositivos inteligentes, en el que queremos poner sistemas operativos complejos a todo, no nos extrañará ver que el Athos se vuelva popular eventualmente. Solo que por ahora nos cuesta creer que este tipo de tecnología se pueda poner a precios decentes como para convertirse en verdaderos artículos de consumo que se vendan en masa.
Sin embargo, con algo de suerte, un precio no tan descabellado como el de algún smartwatch, quizás el Athos podrá hacerse un lugar en el mercado.
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