A dos meses de su posible presentación el Samsung Galaxy S5 comienza a enseñarnos sus bondades. Podríamos estar ante un terminal con una potencia muy elevada gracias al procesador Exynos 6 con una pantalla de 5,25 pulgadas con una resolución Quad HD (2560 x 1440). Además, llegarían dos versiones, una de aluminio y otra de plástico, similar a lo que hemos visto con los iPhone 5C y 5S, con unos precios de 800 y 650 euros respectivamente.
El Samsung Galaxy S5 ya está rondando por nuestras cabezas y es que posiblemente estemos a un par de meses de su presentación, que podría realizarse en marzo para iniciar su comercialización en abril. El buque insignia de Samsung llegará al mercado con una carta de presentación que, como en otras ocasiones, asustará por los números pero quizá no por el desempeño general.
La pantalla del Samsung Galaxy S5 tendría una resolución de 2560 x 1440 (Quad HD) en una pantalla de 5,25 pulgadas AMOLED. Su corazón estaría formado por un procesador Exynos 6 o un Snapdragon 805, dependiendo de si tendrá LTE habilitado o no ya que a algunos países llegaría sin el. Como era de esperar, para el sistema operativo se ha confiado a la última versión de Android disponible, KitKat.
Parece que los 64 bits se imponen.
Entre las bondades del Exynos 6 se encuentra la gestión de sus ocho núcleos de manera simultánea (a diferencia del Exynos 5 que pese a tener ocho núcleos solo puede gestionar cuatro a la vez) y un desempeño de los gráficos espectacular. Si miramos el Snapdragon 805 tenemos que imaginarnos una capacidad de procesado superior al visto en el Note 3, que equipa el Snapdragon 800. En cualquiera de los dos casos, el salto con respecto al S4 debe ser muy elevado. Estas dos variables para el procesador podrían confirmar la llegada de dos modelos, una apuesta similar a la realizada por Apple con el 5C y el 5S.
La cámara que equiparía el Samsung Galaxy S5 sería de 16 megapíxeles aunque no está claro la llegada de un estabilizador óptico de imagen. Más que las especificaciones puras y duras, confío en que el software de postprocesado sea decente y que estemos ante algo más que una buena ficha técnica. Esto lo pueden hacer todos los fabricantes. Sobre la memoria RAM y el almacenamiento interno no se ha hablado mucho pero todo parece apuntar a que no veremos grandes novedades, quizá 2 GB de RAM y opciones de 32 y 64 GB con posibilidad de ampliación gracias a las tarjetas de memoria.
La brutal ficha técnica debe ir acompañada por un software decente y adaptado.
Como novedad tecnológica, y para competir con Touch ID de Apple, El Samsung Galaxy S5 podría incorporar un escáner de iris además de un sensor de huellas para aumentar la seguridad a la hora de desbloquear el smartphone y de realizar compras con él.
El modelo en aluminio podría ser el tope de gama, con el esperado Exynos 6, y un precio que rondaría los 800 euros ($1.100). La opción en plástico podría montar el Snapdragon 805 y aterrizar con una oferta de 650 euros ($890). Previsiblemente lleguen al mercado más versiones con el fin de acaparar a todos los clientes posibles, entre ellos se encontrarían el Galaxy S5 Mini y el Galaxy S5 Zoom, que veríamos en junio y en mayo respectivamente.
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